Annie, una mujer que rompe paradigmas

El desarrollo del ser humano, como fuimos etiquetados o definidos desde tiempos inmemoriales es que somos hombres o mujeres, asignándoles roles sociales, tareas, o profesiones de acuerdo a nuestros caracteres sexuales o aparatos reproductores, encasillándonos y prácticamente, obligándolos a pertenecer a uno de ellos, para ser aceptados por los demás.

En el caso de las mujeres, si ser mujer ya conlleva un peso distinto al de ser hombre, hablando en un contexto general, ahora, transformarse en mujer, partiendo de características físicas que desde que se nació, la familia y la sociedad nos vio como niños, tiene su arrojo de valentía por atreverse a Ser lo que se siente desde adentro, sin importar como se ve uno por fuera.

En esta ocasión, tenemos una entrevista con Annie, una mujer que rompe paradigmas, una mujer que como todas, tiene su historia, sus razones, sus motivos para convertirse en Sobrecargo. 

Annie comenzó su historia en la aviación siendo mujer, ella lo sabe desde que tiene memoria, sin embargo, fue bautizada y registrada como Javier, de sexo masculino. Así vivió gran parte de su vida, con un nombre y un sexo asignado en una acta de nacimiento, que no admitía ningún otro género cuando ella nació.

Annie nos cuenta que a veces las personas que nos sentimos afines con nuestro género asignado al nacer y que es compatible con nuestros órganos sexuales, pensamos que una persona transgénero de pronto despertara y lo descubriera de un día para otro. La verdad, nos cuenta,  es que es un proceso. Cuando ella empezó a descubrirse fue en la época de la educación secundaria, anhelaba tener su cabello largo, le gustaba la música que les gustaba a sus compañeras, aunado a que no se tenía al alcance la información con la que contamos ahora, no había internet en el celular, no había tablets, así que era poco fácil contar con información de las sensaciones en la intimidad de su cama.

…“Con el tiempo, comencé a hacer cosplay, (vestirme como un personaje de anime hasta el más mínimo detalle). Después fue el crossplay, que es vestirse del género opuesto. Así pasaron diez años, en donde aprendí a maquillarme, me compraba vestidos de los personajes y cuando me invitaban a una fiesta, me los ponía… Pasado este tiempo, me cuestioné aún más profundamente si quería hacer mi transición al otro género y mi respuesta fue: sí…”

Fue entonces que lo comentó con su mamá, quien lo cobijó y lo aceptó. Tuvieron el mayor de los cuidados para acudir a un centro transgénero, para garantizar su salud, porque tratar con hormonas, tiene su complejidad. En este proceso, ha sido apoyada por su mamá y sus amigos.

Como Asociación, la ASSA de México es inclusiva en la letra e incluyente en la acción, sin embargo en el tema de las personas trans, existe aún confusión y desinformación, así que en un futuro impartiremos el Taller: Diversidad de género, mitos y realidades.  Annie ha elegido ser una mujer que va un paso adelante, quitando las piedras que ha enfrentado y afrontado, para limpiar el camino de quienes vienen detrás.

Al preguntarle como lidia con la presión social, el rechazo que pudiera sentir de alguien que no comprende por lo que ella está atravesando, nos responde lo siguiente:

…“Al principio se me juntó todo, tomar hormonas es pasar por una segunda adolescencia, comencé a llorar más fácilmente, cosa que antes no me pasaba, aunado que me cambié a vivir a Guadalajara, además de los vuelos… Ya sabía a lo que iba y toda magia tiene su precio”… “Mi mamá me ha enseñado que si puedo lidiar con las consecuencias, entonces que haga las cosas, si no, pues entonces que no lo haga…”

Aún en esta época, ha sido objeto de discriminación, de que hablen de ella a sus espaldas, de que la excluyan o miren de una forma despectiva, sin embargo, ella sigue adelante, viviendo su vida sin dar explicaciones, atreviéndose a ser quien a sido llamada a SER. También es cierto que han existido personas que la han aceptado y apoyado, sin prejuzgar. Los dos lados de la moneda han sido muy marcados.

Annie nos cuenta que siente orgullo y está feliz de usar el uniforme, especialmente ahora que ya se permite mostrar los tatuajes. Su prenda favorita es el vestido y lo porta con orgullo y libertad…

Es así como concluimos esta entrevista, no sin antes agradecer nuevamente a Annie, su apertura y forma tan natural de expresarse en sus palabras, al observar sus manos perfectamente manicuradas con un esmalte color rojo, sus dedos largos de unas manos delgadas, su cabello dejado al aire femeninamente, sus gestos y sobre todo, su mirada limpia y transparente, que refleja la satisfacción de las elecciones de vida que ha hecho, así como la serenidad de batallas internas libradas, transmite seguridad y valentía. 

La ASSA de México cuenta con la Comisión de Equidad y Género, equidadygenero@assa.org.mx, para apoyarles en lo que requieran.

Martha Ivonne Jurado Peña
Secretaria de Prensa
ASSA de México
Octubre, 2022
Año 1, Número 4