Señora, señora, señora…
Madres con alas
A usted que eligió tener alas y volar alto, que eligió ser madre y seguir volando alto, a usted que fué pionera en la aviación y que educó a sus hijos de la mejor forma posible, sin las herramientas y la comunicación de hoy en día, (teléfonos celulares, redes sociales, videollamadas), a usted que se iba por una semana al otro lado del mundo, con el corazón partido en dos y confiando en que su hijo estaría bien cuando regresara, a usted que lloró en el baño de un avión o en la intimidad de la habitación del hotel, por no estar en un festival de navidad o del 10 de mayo, un cumpleaños, un primer diente, una primera palabra, un Día de Reyes… Usted sabe en el fondo de su corazón que había que trabajar para brindarles un cúmulo de posibilidades a la luz de sus ojos, siendo Sobrecargo, a usted que llegaba de los tecolotes (vuelos nocturnos) para llevar a sus hijos a la escuela, a usted que organizaba la casa a distancia, a través de llamadas telefónicas o dejando notas de tareas por realizar en su ausencia, a usted que iba al supermercado a las 7 de la mañana debido a que el vuelo que tenía que cubrir era de 6 días, así que para usted no había opción, o era a esa hora o ya no era…
Mi admiración, respeto y profundo reconocimiento a las madres que decidimos ser madres con alas, a las que agarramos a la “culpa” y la hacemos añicos, a las que rompemos paradigmas, ya que nuestra intención y acción va encaminada en todo momento al bienestar de nuestros amados hijos…
La paz llega cuando aprendemos a estar con el alma en donde está el cuerpo… Es entonces cuando se comienza a disfrutar la vida en el lugar en donde una madre Sobrecargo está, ya sea en el avión, en una pernocta o con su familia. Señora, señora, señora… Siga volando alto y enseñe a volar alto…
¡Felicidades madres con alas!
Martha Ivonne Jurado Peña
Secretaria de Prensa
ASSA de México
Mayo, 2022
Año 1, Número 2